La exigencia de la práctica de hacer un documento de preproducción al final se quedó en un par de minutos exponiendo la idea y un ‘vale, esta bien’, y menos mal, porque he cambiado varias veces de idea y no lo he tenido nada claro hasta el final.
En principio, el proyecto se articulaba en una serie de fotografías de gente de la tercera edad y como ellas vivían las fiestas de la Magdalena. Vinculado al proyecto del apartado 10, este mismo vinculo hizo imposible el que pudiera sacar algo que mereciese la pena, ya que los actos representados solo eran dos y muy dirigidos.
La siguiente opción, que también la valoré como tema urbano, y es la que al final he llevado a cabo, esta planteada desde hace tiempo dentro del ámbito de la asociación fotográfica AFOC y que tenia pendiente de arremeter:
Auge y decadencia
Como se busca el contrapunto entre dos conceptos, a nivel fotográfico se intenta que esto sea lo más evidente, con un procesado diferente, color y saturación para el auge, y blanco y negro y mayor contraste para la decadencia.
Vivimos tiempos de crisis, no es novedad, pero si uno se para un poco a reflexionar, caerá en la cuenta de que la riqueza ni se crea ni se destruye, como la energía, solamente cambia de manos y eso es lo que vivimos, los pobres, cada vez lo son más y los ricos son más ricos cada vez.
Esto se hace visible en nuestras ciudades, donde por un lado se abandonan obras, de pequeños constructores, que apenas se han empezado mientras que los grandes constructores no se limitan a un nuevo bloque de pisos, sino que realizan megaconstrucciones para cientos de familias.
Las administraciones publicas también reflejan lo precario de los barracones en los colegios mientras por otro lado, colegios privados se construyen en pocos meses. Aun así se puede ver el despliegue de medios de una obra de infraestructura de magnitud frente a maquinaria decrépita dejada a su abandono.
Grandes estatuas se instalan en rotondas mientras otras más pequeñas están abandonadas a la intemperie en un patio.
